¿Y qué pasa con el mar?
Que aunque se acueste borracho
siempre de ti, tiene un cacho
y entre tu cuerpo y el hacho,
claro, puede descansar.
¿Y qué pasa en mi cabeza?
Que aunque esté desesperado
por descansar a tu lado
el amor me da pereza.
Aunque mira, yo te quiero
más fuerte que el mundo entero,
ya lo sabes, miss cereza.
Rubén Aguilar, 1º Bachillerato
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