lunes, 27 de febrero de 2017

El día que no te conocí

Qué se puede añadir cuando un poema hace enmudecer, cuando llega, las palabras que rondaban el alma esperando retratar un sentimiento... más allá de la expresión, y por encima de ella, está la emoción que libera, sana, y eleva el espíritu:

El cielo gris de febrero
Tan pálido de niebla,
Tan desolada dejaba la mañana.
Caminé tras la danza de tu pelo
Y a tu lado mis sueños,
En silencio, como heridos,
Al verte pasar.

                       Daniel Rodríguez

miércoles, 15 de febrero de 2017

A ti

Cuando hay poesía honda y verdadera, sobran más palabras ...


A ti, 
a ti que coges el amor y lo colocas junto a la sien.
Esperando que disparen,
que te vuelvan a rebanar el sentido.
A ti,
a ti que coges el amor y lo machacas,
que vuelves acero los latidos.
A ti,
a ti que me diste un caminar suspiro,
unos alfileres en los oídos.




A ti, 
a ti que coges el amor y lo colocas junto a la sien.
Esperando que disparen,
que te vuelvan a rebanar el sentido.
A ti,
que todavía tienes miedo de caer junto a los precipicios.
A ti,
que no sabes que no hay mayor caída libre,
que la que han pasado estas rodillas.
Suplicando que volvieran,
aunque solo fuera porque yo también necesitaba sentir la pistola,
cerca, bien cerca, para sentir el peligro.
A ti, 
que no te das cuenta. 
De que a esta pistola;
no le queda ni una sola bala.


                                            Emilia Ramos

jueves, 2 de febrero de 2017

Titán adorado venido a la tierra

Cuántas veces la poesía es transporte a realidades vivas capaces de contener los sentimientos que quizá unas líneas -unos versos- no podrían. La poesía salva incluso en eso; es hermosa incluso en su humildad; cuando la palabra se hace demasiado pequeña como para albergar un corazón que se expande, sabe llevar a este a la calma.

Tú, inconmensurable sin igual,
Titán adorado por guerreros y artistas
Eres el cielo azul venido a la tierra
Que desde nuestros albores
Rudos, elementales al punto
Cautivaste y refinaste.
Tu grandeza intimida, 
Tu pureza deslumbra
Y tus misterios inspiran.
Mar que del que venimos
Y siempre hacia ti miramos
Con añoranza y nostalgia
Permíteme darte las gracias.
Son tus frías olas 
Mis suspiros de vida;
Tu espumoso rugido,
Mi refugio del pesar;
Tu salada corriente,

Mi transporte a la paz.

                      Diego Piqueras

Te prometo mis heridas

Poesía, amor; siempre se identifica esa turbulencia del alma con su expresión lírica... pero sólo el poeta sabe lo que guarda en el corazón; a pesar de ser dueño de la palabra, a veces esta no es suficiente para silenciar la ruptura de su espíritu.

Me has acariciado,
me has acorralado.
He paseado,
con los pies descalzos sobre tus piedras.
Y te prometo
que tengo mas heridas en el corazón abiertas.
Ibas y venías,
nunca te quedabas,
pero siempre volvías.
Quiza lleve la sal en las venas,
y por eso lloro cuando me roza las piernas.
Pero es que ese desastre,
me acogía como si fuera su amante.
Me adormecía en lo que para mi era hogar,
y me brillaban las pupilas cuando me iba.
Quiza tu me enseñaste a amar,
aunque para decir tu nombre;
le tenga que quitar al verbo,

su primera vocal.

                             Emilia Ramos

Un tiempo que se agota

Sonríe alegre en la primavera,
Juega con las mariposas
Que entre las flores vuelan
Cierra los ojos y sueña
A la orilla de un río que lleva
Ilusiones, esperanzas y risas.
Fluye el río por su cauce
Como el tiempo pasa sin prisa.
Al salir de tu sueño es verano,
Que pasa fogoso y ardiente 
Para dar la entrada a tu otoño.
Tiempo de calma, fuera las hojas
Visten de gala el bosque y ves
Tu reflejo en la ventana:
Tus ojos que recuerdan 
Memorias de un tiempo pasado
Y en tu cima blancas Nieves
Que anuncian silenciosas
Un implacable invierno

Y un tiempo que se agota.

                                     Diego Piqueras

Pretenden arañarme el corazón

Pretenden arañarme el corazón,
y no ven que solo rasgan páginas en blanco.
Que si me prenden fuego ardo,
que si me cortas me rompo.
Pretenden dolerte,
amarte;
hacerte protagonista del séptimo arte.
Y vaya si amas,
y vaya si duele.
Pretenden que me ahogue,
en mi propio desastre;
en mis vacíos constantes.
Pretenden amarrarme.
¿ Pero como van a contener,
al loco de su amante ?
¿ Al astrónomo de su estrella ?
¿ Al suicida de su cuerda ?
Pretenden comprender el desastre,
cuando ni el propio desastre comprende,
el dolor que siente.
Ahora que ya 

no te tiene.

                    Emilia Ramos