Y miro ese árbol que yace muerto y lleno
de resina;
esa puerta de madera
derrumbada y rota
y echando la vista atrás
vi ese árbol
lleno de vida junto con la puerta
abriéndose como nueva
y en ese momento pensé y supe
que mientras lo veía
era espectador
de mi vida tras los años.
Alejandro
Valbuena, 2º ESO
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