Tengo admiración por los ojos
aunque, mejor dicho,
por los tuyos.
Creo en lo más sincero
y en lo más difícil;
y, ahí está,
tu mirar
prisionero de lo que siempre quise.
cuando tus ojos no sean
espejo donde me miro.
Tus ojos me hacen vivir
refugiado en cualquier anochecer;
acostado en tus pestañas,
buscando sentido infinito
a tu corazón.
Gonzalo Gamella, 4º ESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario