Reflexión del autor: "Es momento de dar rienda al corazón y su mundo que vale oro sin serlo y consigue fundirse con la mente dando lugar -o intentándolo- a unos versos intensos en un páramo bello e idealizante ... " Cómo la poesía se apodera de las almas más nobles para hablar, con sinceridad, a través de ellas:
Respiro airado su dulce aroma,
perdiéndome dentro de su ribera
completa de agua clara y serena
que inunda y fluye en este poema
Muriéndome deseoso y sediento
por beber del final su agua pura,
tocar su superficie tersa y dura,
acariciada por el suave viento.
Sumergirme en sus profundidades
cuando con ella estoy entrelazado
y salir del agua siempre mojado
y sin promesas de eternidades.
Siendo el tiempo una delicia
con sabor dulce, arraigado
en mi pecho, y amargado
si nota la falta de tu presencia.
Me pierdo fácil en tu maleza
siendo una daga indagante
como un rayo propagante
provocando un zumbido en mi cabeza.
Que siempre escucha tu voz silenciosa
en este páramo de paz y sombra
en el cual no existe penumbra
solo tu voz, que suena a rosa.
En tus ojos veo reflejado el cielo
y dentro de ello estoy sujeto
a su mirada, de amor inquieto
que, a segundos, es profundo anhelo.
Susurrándote, te pido al oído,
que me guardes el secreto
de que te dedicaré un soneto
en una de las flechas de cupido.
Raúl Martínez Sedano, 1º Bachillerato
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