domingo, 3 de abril de 2016

Inquietud


Los sentimientos que se despliegan en un poema son así. Al emprender la escritura, quizá lo que se intenta es dar una explicación a uno mismo de lo que siente, legitimar ese cúmulo de sensaciones, irracionales las más de las veces... Por eso, lo que al principio se cubre luz, puede irse dibujando, y, a través de cada verso, despojarse de cuanto lo hace brillar para quedar sumido en la sombra de una incomprensión que se hermana con la tristeza.


Son concebidas las grandes dulzuras
que hoy dejas verter sobre mi ser.
Y a la par que te redimes, el viento,
el terso viento, me trae el perfume
de tu amor, que no se mueve
sino por plegarias. Y hoy entierro
mi verano por estar lleno de invierno;
y ya no sé si te corono
con laureles, o con espinas.

                                                      Daniel Rodríguez, 2º Bachillerato

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